With a little help from my friends

Dos entradas en menos de un mes! Debo estar enferma o algo. O tal vez es que siempre me resultó catártico escribir en el blog, y estos días me hace falta. 

Quizás siga teniendo dudas sobre mi lugar en el mundo, a pesar de todas mis teorías del post anterior. Si es que el ser humano es así de voluble... Quizás mis dudas se deriven de que hay personas (o persona) en mi órbita que me hacen dudar de mí misma, de mi forma de ser y de actuar. Porque ... qué es ser una buena persona? Y un buen amigo? A mí me puede parecer muy importante la sinceridad entre amigos (salvo las muy necesarias 'mentiras piadosas'), la lealtad y apoyo incondicional, y a otras personas les puede parecer algo banal y fijarse en otras actitudes (y aptitudes). Otras veces no se trata de eso y se trata de que las dos partes en una amistad no se implican de la misma forma. A mí me gusta pensar que mis amig@s de verdad saben que estoy ahí para lo que necesiten, y que me pidan lo que me pidan, y este en mi mano hacer, lo haré; y que después no voy a pedirles cuentas por ello. Porque para mí la amistad es incondicional, y me gustaría pensar que así lo transmito a mis amig@s. Lo que nos lleva a esa persona (o personas) que me hacen dudar de ello porque me tratan como si nuestra amistad no fuera lo estrecha e importante que yo pienso que es. Intentaré ser mejor persona y mejor amiga, y espero conseguirlo. Desde luego la amistad no es tener muchas cosas en común, aunque sea importante, si no mucho más. Al menos, para mí.  

Para compensar la oscuridad de este post, aquí algunas de mis obsesiones actuales ... como por ejemplo la última serie de Netflix en mi punto de mira, "Grace & Frankie", que además de divertir, trata temas muy necesarios, y con unos actores en estado de gracia. 

Y también ha salido el teaser de "Venom", y en marzo vuelve "Jessica Jones". Tanto que ver, en tan poco tiempo... Porque de Tim Roth no he dicho nada, pero su filmografía no se va a ver sola ;)

Pic: Jessica Jones.

From the corner of my eye ...

... a hint of blue

in the black sky.

Llevo media tarde actualizando la apariencia del blog. Hace años (literalmente) que no escribo. Primero pensé hacer borrón y cuenta nueva y abrir un blog nuevo; de hecho lo hice. Pero después pensé que este tiene tantos años que ya me resulta entrañable, aunque lo tenga medio (o completamente) abandonado. Así que le hice un lavado de cara (pequeño) y me propuse empezar el año actualizando.

Han pasado tantas cosas en estos tres años que me parece que voy a seguir escribiendo como si nunca hubiera dejado de hacerlo. 

Han pasado muchas cosas en estos años aunque lo fundamental no ha cambiado. Tengo la suerte de mantener un trabajo que me gusta en un lugar que me gusta, mi status personal no ha cambiado, y sigo más o menos con las misma obsesiones. Bueno, esto quizás haya cambiado un poco porque siempre hay alguna nueva. Aunque está claro que las que siguen se quedarán para siempre. Ya se sabe que el amor verdadero dura para siempre. 

Este 2018 ha empezado razonablemente bien, personalmente, a pesar de lo globalmente j*dido que sigue el mundo. El 2017 terminó (para mí) con unas estupendas vacaciones en dos etapas: cruzar el charco hasta NYC y después hacer de groupie para Neil y su Divine Comedy. Así que quejar, no puedo me quejar. En 2017 conocí a David Tennant y le ví en el teatro (tres veces), recibí besos de Neil Hannon y disfruté de sus canciones en directo (tantas veces que he perdido la cuenta), hice un buen puñado de viajes, asistí a muchos conciertos, y compartí buenísimos momentos con familia y amigos. Repasando mis fotos de instagram (nadie puede negar que las redes sociales se han convertido casi en un diario 'público' para nosotros), veo muchas sonrisas, buenos amigos, buena música, lugares encantadores, y muchos buenos momentos. Así que no, no me quejo. Siempre hay algún pero en esta vida pero hoy voy a escoger ignorarlo. También en estos tres años he perdido a personas por el camino, incluso algunas que pensaba estarían ahí para siempre. Siempre he pensado que madurar no es volverse serio y dejar de disfrutar; madurar es llegar a tener claro nuestro lugar en el mundo y cuáles son las personas que queremos que estén a nuestro lado.

Ah! Mis obsesiones actuales son Tim Roth, Doctor Who y The Divine Comedy. Los de siempre siguen ahí; y los que sobraban ya me he ocupado de ellos. 

'What point has this life ... if you can't realize your dreams?'

Pic: Ricardo Siri Liniers

Texas Forever

Confieso que empecé a ver Friday Night Lights porque el protagonista es mi adorado Kyle Chandler, aunque la tenía en mi lista de series pendientes desde hace siglos. Fue casi por casualidad, simplemente porque se daba la circunstancia de que tenía más tiempo libre. No esperaba encontrarme con una de las mejores series de la televisión reciente. La historia, los personajes, la forma de rodar, las emociones. Porque hay muchas cosas que se pueden decir de esta fantástica serie, pero creo que la que mejor la describe es emoción. Emoción por los personajes. Emoción por sus inquietudes, por sus sueños, sus éxitos y sus fracasos. Emoción por el deporte y por cómo consigue hacerte mejor persona. 

Hay muchos momentos especiales en las cinco temporadas de la serie, pero hay uno que define muy bien dos de los aspectos que más me gustan de la serie. Hay una escena en la que el protagonista, el entrenador Taylor, habla con su mujer sobre cómo es incapaz de decidirse por uno u otro quaterback, y cómo le preocupa que el más joven no esté preparado para aguantar la presión y que eso le haga daño. Me encanta cómo está retratado ese aspecto tan importante del deporte juvenil; lo duro que puede ser pero lo gratificante y enriquecedor que es. Porque formar parte de un grupo, de un equipo, de algo que es más grande que tú, te hace crecer como persona y, lo que es más importante, te hace ser mejor persona. Todo eso está en Friday Night Lights, sobre todo gracias al personaje protagonista. El cual es un personaje tan complejo como maravilloso, con miles de matices, interpretados al milímetro por Chandler. De Eric Taylor podría decir muchas cosas, pero ninguna descripción fue tan exacta como la de su mujer en la ficción: 'Eric Taylor es un marido sensible y atento; es fuerte; y tiene visión. Tiene la capacidad de inculcar la ilusión en los demás, y os quiere a cada uno de vosotros'.

Lo que me lleva a mi segundo aspecto favorito de la serie, el matrimonio protagonista. Se ha dicho hasta la saciedad que es el mejor retrato de un matrimonio en la televisión. Sinceramente, la frase se queda corta. Porque es el mejor retrato de cómo debe ser una relación, matrimonio o no; en televisión o en la vida real. Llegar a ese nivel de intimidad, confianza y sinceridad, es algo inaudito. Y en televisión/cine, donde todo parece cartón-piedra, aún más. Ver a dos actores en estado de gracia trabajando juntos en un proyecto así, es emocionante. Entre los dos son capaces de llevar la serie a sus espaldas, incluso tras la revolución de la tercera temporada. 

Otro elemento subversivo a la par que emocionante: la revolución que supuso hacer cambiar de equipo al entrenador y protagonista, y conseguir que el espectador se vuelque en esta nueva etapa como si fuera con el original. Eso es algo tan valiente como suicida. Y, sin embargo, funciona. Y de nuevo, es emocionante.

No puedo dejar de hablar de los otros personajes: Riggins, el chico sensible y fuerte que va de duro, siempre preparado para sacrificarse por los demás; Street, el jugador perfecto, el novio perfecto, el hijo perfecto, que contagia ilusión allá donde va; Matt, el sustituto, el segundón, pero el verdadero alma de la serie; Julie, mucho más que la hija del matrimonio protagonista; y Landry, y Tyra, y Smash, e incluso Vince y Luke. 

Friday Night Lights es de esas series que, cuando las estás viendo, te das cuenta de que estás ante algo especial, y que cuando se terminan, descubres que te han cambiado la vida.

'Clear eyes, full hearts; can't lose.' 

Let the good times roll

Nunca serán suficientes los agradecimientos a mi adorado Hugh (Laurie) por ser el catalizador de esta semana de oasis en Italia. Si además le añadimos la experiencia de un concierto inolvidable, entonces ya me quedo sin palabras. Lo que más me gusta y me emociona, es lo rebosante de felicidad que se le ve. Alguien con tanto talento como él, se lo merece. La guinda, como siempre, la pone la banda que lo acompaña; fantásticos músicos y mejores personas. Impresionante. Como siempre. También como es habitual, llega el bajón post concierto. La Copper Bottom Band (con Hugh al frente) siempre te deja con ganas de más. La nota positiva es que el nuevo disco ya es una realidad, así que sólo hace falta tener un poco de paciencia.

Si hasta el momento, la semana estaba siendo extraordinaria, se ha completado con un día también extraordinario haciendo honor al propósito del viaje. Suerte que mi colega de viaje (y selfies) es una bellisima persona y aún no me ha mandado a la m*erda xD

De Italia hemos aprendido que preguntando -y con wifi- se llega a Roma (y a la puerta 16 del aeropuerto); que a pesar de lo mal que conducen, es posible recorrer el país en coche; que las medidas de los hombres de antaño eran otra historia y que preferimos el culo de Hugh Jackman al del famoso David; que se pueden subir (y bajar) 2000 escaleras en dos días y no morir en el intento; y que los rumores son ciertos: la pasta, la pizza y los gelattos, saben mejor aquí que en ningún otro sitio.

También hemos hecho del selfie un arte; tanto que hasta Will Smith nos hace la competencia. 

Y que Florencia no es una ciudad; es un sueño. 

Ah. Y Hugh ha recuperado St. James Infirmary para el repertorio. Aissss. 

Say what again?

Ha llegado mayo y con él mi actualización a la versión 3.0. No voy a mentir y decir que no me ha afectado. Aunque a medida que pasan los días me doy cuenta de que es tan sólo un cambio relativo en el continuum que es la vida. Y no, no me siento diferente. Aunque sí creo que sería una buena idea empezar y terminar todas esos proyectos que siempre estoy maquinando. Esta vez espero conseguirlo. 

Puede que el hecho de haber pasado mi aniversario de los 30 en Londres, y acompañada nada menos que de Neil Finn, haya contribuido a mi buena entrada en la treintena. Ais, Neil. Hombre adorable y entrañable donde los haya, que tras tener el placer de conocer en persona, aún se ha vuelto más adorable y más entrañable, si eso es posible. Además de confirmar en directo lo que ya sabía: su enormidad y singularidad como músico. Si es que empezar el concierto pasando por encima (literalmente) del piano, ya apuntaba maneras. Ais, London y los conciertos. Y ais, mi little sis Ana, toda una londoner que me ha paseado por lugares de mi ciudad favorita que ni yo conocía. TY.

Ha llegado mayo y también con él el final de las series. Que el final de El Mentalista ha sustituído a Castle como la mejor finale. Contenta de que continúen ambas pero más contenta con el nuevo giro (necesario) de la serie de Patrick Jane. Han conseguido reinventarse por completo y eso es algo loable se mire por donde se mire. Y punto. Me falta NCIS y ya podré pasar a las series de verano. Este año además de la habitual Falling Skies, he empezado Supernatural (por qué he tardado tanto en verla??) y por fin veré House desde el primer capítulo desde que se terminó hace 2 años (en 2 días!!!).

Si es que el tiempo pasa inexorablemente. 

Foto: Jane and Lisbon. Finally.

Clear eyes; full hearts...

Miedo. Pánico. Preocupación por el futuro. Esto lo hemos sentido todos alguna vez en nuestra vida. Y el que diga lo contrario, miente como un bellaco. La parte diferente es lo que decidimos hacer al respecto. Esa es la parte en la que nos diferenciamos unas personas de otras. Las hay que deciden meterse dentro de su caparazón y acurrucarse, y las hay que deciden hacerle frente a lo que la vida le depara. Me gustaría pensar que soy del segundo tipo de personas, aunque lo cierto es que no siempre reaccionamos de la misma forma; para ser sincera tengo que decir que en alguna ocasión he optado por la opción más fácil y más cómoda. 

La vida (desafortunadamente) no es como el cine, y no ocurre como en las películas en las que el personaje de turno se levanta un día y decide que va a cambiar su vida; y efectivamente, lo consigue en las dos horas de metraje. No sé si se dice que 'la vida imita al arte' o es al revés, pero da igual. Probablemente mezclo los términos, de todas formas. Porque, como ya he dicho otras veces, las películas, las series, las canciones, puede que sean meros entretenimientos para mucha gente, pero desde luego no para mí. No me avergüenzo de decir que para mí son mucho más.

Porque ya lo decía Morrissey 'Don't forget the songs that saved your life.' 

Que a qué venía todo esto? Probablemente a mí necesidad de catarsis, por la cual mantengo este blog desde hace tantos años. El caso es que, como siempre, acabo soltando un speech sobre nada interesante. Tengo que conseguir llenar este blog de las cosas que me interesan y dejar de dar la chapa con preocupaciones existenciales.

Y para seguir con la clase de arte vs vida, completo la frase del título, parafraseando al gran Coach Taylor:

'Clear eyes, full hearts; can't lose.'

You will either step forward into growth...

... or you will step backward into safety.

-Abraham Maslow

Es difícil, en los tiempos que corren, obviar la situación económica actual. Es difícil abstraerse de las dificultades de mi generación para encontrar la estabilidad. Es difícil olvidar todo eso y disfrutar cada día como si todo fuera bien. Pero lo cierto es que es la única manera de sobrevivir, y en última instancia, hacer de las dificultades nuestra fortaleza. Supongo que la vida consiste en una sucesión de decisiones, y espero que las mías se acerquen a esa forma de vida. Lo importante no es evitar caerse; lo importante es levantarse de nuevo. 

Se acerca final de año, y como siempre, es inevitable echar la vista atrás sobre lo que nos ha deparado el año. Con este post empieza la temporada Navideña. Beware. 

Me he pasado la semana entre fiebres, resfriados y guardias; y el fin de semana, intentado recuperarme. Intentando también no darle vueltas a todos los asuntos de los que me tengo que hacer cargo inmediatamente. 

Poder pasarme la vida viendo capítulos de West Wing sería la felicidad absoluta. Y quien dice West Wing, dice House MD, Buffy, Castle... y un largo etcétera. 

Para muestra, un video xD

No voy a llorar, no...

PD. He dicho ya que estoy enamorada perdidamente de Josh Lyman? Marry me already, mister.